miércoles, 23 de noviembre de 2016

Hoy vuelvo a empezar


Despedirse, escribir una carta, escribirse una declaración de intenciones. Despedirse, no de nadie, sino despedirse del pasado, de los demonios que no te dejan avanzar, de los monstruos que habitan en tu cabeza y que provocan tus pesadillas.

Escribe una carta. Dedícales esto. Avanza sin ellos, déjalos por el camino. Debes hacerlo.

Empiezo yo, como ejercicio, como terapia, como la única manera de viajar sin ellos. De vivir libre, de amar la vida sin tener miedo de volverme loca por ellos, de dormir en paz, sin pesadillas.

Allí voy.

“No sois queridos, no empezaré así, lo tengo claro.

Me voy a despedir de todo lo malo de mi vida, de mis inseguridades, de mis miedos y sobre todo de vosotros, sí, vosotros.

Sois mis demonios, los que llevan acompañándome desde que todo se fue a pique, producto de mis miedos, mis inseguridades, de mi corazón roto y de la vida de adicciones que llevé en otra vida.

Hoy empiezo a vivir sin teneros dentro, os echo fuera. No quiero vivir acobardada, con miedo de amar, de disfrutar, de ser la persona que realmente quiero ser, libre.

Mi vida empieza hoy. Quiero ser libre, disfrutar de cada minuto sin tener temor a fallar, a romperme, viajar con la seguridad de poder dejar atrás todo lo que me atormentaba, los recuerdos de una vida pasada, él y su manera de dejarme rota, de mis pesadillas.

Hoy me deshago de todo, de vosotros, de ti, de todo, voy a volver a ser una persona nueva, aquella que duerma sin miedos, aquella que escriba sin teneros en mente cada vez que lo haga.

Ya no vais a hacer más daño. Me despido, cierro la puerta tras de mí y no os dejaré entrar más.

Hoy vuelvo a empezar, libre de mis demonios. Hoy vuelvo a vivir.”

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